jueves, 1 de mayo de 2008

Desiertos de la costa peruana pueden servir para cultivos de biocombustibles




(Andina).- La producción de biodiesel debe promoverse en tierras desérticas de la costa peruana, con especies vegetales abundantes en grasa para no provocar efectos en el abastecimiento de los alimentos, como es el caso de los cereales, plantearon expertos.


Esta iniciativa, cuya ejecución demanda la decisión política de los países, fue expuesta por el doctor en ingeniería Gabriele Paparo, agregado científico de Italia en Buenos Aires, quien visita Lima para participar en diversos eventos académicos sobre el impacto del cambio climático en el territorio y la economía como preámbulo de la V Cumbre ALC-UE.


Dijo que la Unión Europea ha encontrado los árboles adecuados para sembrarse en el Sahara, el desierto más grande del mundo y que podría convertirse en una poderosa fuente de combustible renovable.


En el Perú y los países que viven al pie de los Andes, puede aprovecharse las plantas de tuna, chumbera, nopal, denominación con la que se conoce a la Opuntia Picus, indicó.


La última planta es una cáctacea originaria de América que utiliza muy poca agua, y crece en terrenos de mala calidad y a una altitud de hasta tres mil metros.


"Es necesario tener presente que la lucha contra el cambio climático es inseparable de la lucha contra la pobreza. Estudiar los fenómenos naturales es muy importante, y la ciencia de la Tierra tiene elementos muy valiosos para prevenir catástrofes naturales, que por lo general afectan más a las personas y poblaciones de menores recursos", precisó.


También dijo que si hoy en día el mayor porcentaje de energía que consume el mundo procede de energías no renovables, es vital buscar alternativas en la energía atómica como lo están haciendo Argentina y Brasil y/o el biodiesel en los desiertos.


Manifestó que promover la ciencia y la tecnología es una inversión porque la oportuna aplicación de los conocimientos posibilita prevenir las catástrofes naturales.


Actualmente han adquirido una particular importancia los temas vinculados al ciclo del carbono, procesos de desertificación en algunas regiones del mundo, reducción de los glaciares, importancia de la Antártida como motor del clima y otros fenómenos a gran escala ligados a los océanos como las corrientes de El Niño y La Niña.


Páparo opina que los efectos perversos sobre la vida de los seres humanos y en el cambio climático tienen que ver con el uso de los pesticidas y la mala calidad del agua.


"Los países industrializados emiten cantidades exorbitantes de gas con efecto invernadero en relación a los países del sur pobre. Muchos millones de personas viven bajo la amenaza de los volcanes, las reservas de agua dulce son cada vez son menores. Casi todos los países pobres vierten sus aguas residuales a los ríos sin ser tratadas", indicó.

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