domingo, 11 de mayo de 2008

CASO: GENERAL (r) RODOLFO ROBLES ESPINOZA


TOMADO DE MILITARES EN EL PERU: DE LIBERTADORES A GENOCIDAS (Editado 1998)
José A. Fernandez Salvatteci
(Mayor EP, Ex Jefe de Busqueda de Informacion Secreta del Servicio de Inteligencia)

CASO: GRAL. DIV. RODOLFO ROBLES ESPINOZA

En la primera parte del libro afirmamos que eran muy escasos, casi excepcionales, los jóvenes que ingresaban a la Escuela Militar de Chorrillos por vocación, y que la mayor parte, lo hacía buscando asegurar un futuro económico y hasta como una forma de ascensión dentro de la estratificación social, en la que proviniendo de estratos muy bajos económicamente, esperaban «encumbrarse» profesionalmente para ser considerados «importantes» «burgueses»....
Pero a ello habrá que agregar que el máximo puesto, de Comandante General del Ejército, se ha convertido en un botín de guerra, dentro de una guerra en la que todo vale.
El caso del Gral. Div. RODOLFO ROBLES puede ser tomado como una prueba contundente en estos aspectos.
El fue Espada de Honor, por lo tanto un cadete y oficial con excelente conducta, disciplinado, cuestionador de nada, obediente, etc., capaz de soportar y aceptar todo, a parte de dedicarse a mantener una imagen de estudioso en su condición de oficial.
Los aportes intelectuales y profesionales de las Espadas de Honor y números Uno, son muy escasos en el Ejército y normalmente pasan a la situación de retiro, después de haber permanecido por 35 años como «oficiales de gran prestigio» sin haber aportado nada a la Institución. Existen otros elementos que los «alcanzan» y se codean con ellos en los mandos y lo hacen empleando otras técnicas para lograr el mismo objetivo, utilizando sus capacidades de inteligencia para obtener ese resultado y no para brindar al Perú y a la Institución mayores adelantos. La fuerza militar del Perú siempre fue medida en la cantidad de material bélico que disponía.. el factor humano nunca fue tomado en cuenta, de ahí la causa de inconducta en que cayeron la mayor parte de sus componentes.
En 1993, el Gral. Div. RODOLFO ROBLES ESPINOZA era el tercer hombre en el escalafón militar y, por lo establecido por la costumbre, le correspondía ocupar el puesto e Inspector General del Ejército, pero él fue nombrado como Comandante General de los Centros Académicos y aceptó ese puesto sin reclamar el primero. Todo eso lo hacía dentro de la norma de «cumplir con las órdenes sin dudas ni murmuraciones».
El había mantenido una conducta normal para los comandos, tomando especial énfasis en desarrollar su lealtad máxima a su Comandante General, el Gral. Ejto. (R) NICOLAS HERMOZA RIOS y el Presidente de la República Ing. ALBERTO FUJIMORI FUJIMORI, en ese momento dictador. En los actos de «razonamiento de los tanques» efectuado por HERMOZA, fue el Gral. Div. ROBLES quien no solo firmó el documento de solidaridad, sino que inclusive «tuvo el honor» de leerlo públicamente. Al respecto afirmó: «... ha sido notoria mi desconformidad con la lectura del comunicado oficial del EP, del 21 de abril de 1993, particularmente con el párrafo 1 y que nos ordenaron firmar para demostrar la unidad de nuestra institución sobre ese asunto».
Debe observarse que ROBLES admite que firmó un documento con el que estaba totalmente «disconforme» porque «se le ordenó firmar para demostrar la unidad de nuestra institución», así fuera contra el honor, la dignidad, la salud del país y encubrir asesinato que después denunciara. Es decir se trataba de un general que tiene su primera prioridad dentro de las lealtades a la institución, que está muy por encima de la que un SOLDADO tiene para con la PATRIA.
El Gral. Div. RODOLFO ROBLES, anunció que «en el Ejército existe un grupo de asesinos», responsables de las muertes del profesor y estudiantes de LA CANTUTA, el asesinato múltiple de los Barrios Altos, la ejecución extrajudicial contra el Dr. FEBRES, etc. responsabilizando directamente de todo ello al Cap. EP (R) VLADIMIRO MONTESINOS TORRES y el Gral. Ejto. (R) NICOLAS DE BARI HERMOZA RIOS.
Los insultos no se hicieron de esperar.
La prepotencia de los que ejercían el poder se hizo ostentosa y abusiva.
Los ataques que desde su inicio realizara el Gral. ROBLES desde el extranjero (Embajada de los EE.UU. DE N.A.) se hicieron más agresivos en cuanto más kilómetros lo separaban del Teatro de Operaciones (Argentina). Había aceptado la situación, cuando disfrutaba cerca de sus labios las mieles de la Comandancia General del Ejército. Esa era su meta más ansiada y por ello era capaz de todo, hasta callar y ser virtual cómplice de las cosas indignas, así éstas perjudicarán al PERU y a nuestro PUEBLO. Se le había quitado la oportunidad ansiada de ser Comandante General del Ejército y, eso si, no lo podía perdonar, y eso también le «devolvió la memoria» sobre los actos que denunció en esos momentos y «había olvidado o no se había dado cuenta antes».
El club político, en que se había convertido el Ejército en manos de HERMOZA - MONTESINOS - FUJIMORI tenía sus propios planes y en ellos se contemplaba minuciosamente, los que debían ocupar los puestos claves y donde el Gral. ROBLES no tenía cabida. Así, a fines de Abril de 1993, se le relevó del cargo que ocupaba hasta ese momento. Luego se le designó para ocupar el puesto de representante del Perú en la Junta Interamericana de Defensa, cito en los EE.UU. de N.A. Esto debía leerse como «a fin de año de invitaremos al Retiro, pues ya hemos designado a otro general para que ocupe la Comandancia del Ejército en tu lugar, así que goza con el puesto a que te enviamos hasta fin de año y aprovecha de él cuanto puedas». Pero eso era un pésimo negocio para el Gral. Div. RODOLFO ROBLES, además que le significaba la frustración en el final de su carrera profesional: era el peor pago a todo lo que había soportado y se había convertido para llegar a ocupar la Comandancia General del Ejército; equivalía renunciar, de un plumazo, de todas las posibilidades, que en todo sentido le daba ese cargo, y en medio de todo ese laberinto psicológico, «reventó».
En ese momento se produce un escándalo de proporciones de los que conocemos en Lima como de «lío de comadres» en «callejón de un solo caño», con vocabulario «de placeras».
El Gral. ROBLES complicó en sus acciones a su esposa e hijos y decidió que la única escaramuza que se dio en territorio peruano, frente a sus «enemigos» la efectuará individualmente su esposa, sin importarle la imagen que pudiera dar.
ROBLES, desde Argentina, «Jura que no descansará hasta no ver en prisión al actual Comandante General del Ejército y al Jefe de Servicio de Inteligencia Nacional VLADIMIRO MONTESINOS, a quienes acusa de ser los autores intelectuales de la matanza de LA CANTUTA».
Ante la presentación «del documento con el que lo declaran «indigno de vestir el uniforme de esa institución tutelar de nuestra Patria, suscrito por la integridad de los oficiales generales. Donde no hay una sola excepción, ninguno ha asumido su defensa» responde: «Esa es una farsa. Se trata de una imposición del general NICOLAS HERMOZA. Quien conoce sus métodos de chantaje e intimidación sabe que la gran mayoría de los señores oficiales generales que firman este documento lo han hecho obligados. Esa es la verdad de los ya famosos pronunciamientos en apoyo al general HERMOZA, pero los peruanos saben esa amarga verdad y ahora ya no se dejan sorprender fácilmente».
- A la pregunta «¿Está Ud. acusando a sus camaradas de armas de ser timoratos, de dejarse imponer consignas que no están de acuerdo con la realidad?, dice ROBLES; «Mire, más que acusarlos, los comprendo. ¿Qué otra cosa pueden hacer en las actuales circunstancias?. Por el momento ellos tienen que defender la estabilidad de sus hogares, tienen esposas, padres, hijos. Expresar sus desacuerdos en estos momentos les significaría de seguro su baja inmediata y en las condiciones más injuriosas y agraviantes».
- Sobre el documento de apoyo a HERMOZA, por los tancazos que él firmó, se justifica diciendo: «Yo lo firmé porque en esos momentos yo no podía poner en riesgo a mi familia. No estaba en juego mi carrera sino también la de mis hijos».

Nota: He aquí otra prueba de la no existencia de Ejército en el Perú. Sus miembros ya no tienen noción de lo que es ser SOLDADO, del sacerdocio de la carrera profesional, de la obligación de representar en su máxima expresión el honor, la dignidad y el coraje.

Pero sigamos con las declaraciones del general RODOLFO ROBLES.
- «Fue el general HOWARD RODRIGUEZ el que se paró para hablar muy emocionado, casi hasta las lágrimas, con un capacidad histriónica propia de un gran actor. Pronunció toda una perorata, lo llenó de elogios (a HERMOZA) a nombre de todos nosotros, sin que nadie lo haya autorizado».
Respondiendo a la pregunta de: «¿Pero Ud. o cualquier otro general pudo aclarar la situación, pudo desautorizar al general RODRIGUEZ.... Dijo: «Es fácil decir eso desde afuera. Cómo se ve que usted no tiene idea del clima de intimidación y de chantaje que existe en torno al general HERMOZA y su cómplice MONTESINOS. Por supuesto que yo sabía que todo era farsa montada y que la emoción de ese oficial era parte del show».

NOTA: Tengamos presente que quién habla y de quién se habla se trata de generales del Ejército Peruano que llegaron al más alto nivel, y que, los actos, se realizan en tiempo de paz y entre ellos. Habrá que figurarse el comportamiento en tiempo de guerra y frente al enemigo, y no hablemos en manos de éste. Este comportamiento es producto de la formación a la que nos referíamos en la primera parte del libro, de la Escuela del Temor, donde se infunde miedo, miedo, miedo y miedo.

n ¿Usted apoyaría al presidente FUJIMORI si se diera otro 5 de abril? le preguntó el periodista y el general RODOLFO ROBLES respondió: «Por supuesto. Yo apoyé el golpe.....se necesitaba de un dictador civil y el hombre era, sin duda ALBERTO FUJIMORI
En el Suplemento de LA REPUBLICA del 28 de diciembre de 1997, el afirma, refiriéndose a los generales que apoyaron a HERMOZA en su enfrentamiento con FUJIMORI, por el caso de la toma de la Embajada japonesa: “Ellos han hecho uso de una falacia al decir que cuando se afecta la figura de Hermoza, se agravia a la institución. No es cierto que toda critica al Comandante General del Ejercito sea una critica a la institución.” . ROBLES se olvido, por que así son de amnésicos los generales, que el tuvo peor comportamiento cuando la ciudadanía acuso a HERMOZA por los asesinatos de la Cantuta.
ACTUALIZACION A RAIZ DE DECLARACIONES EN EL JUICIO A FUJIMORI. Aqui!

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