jueves, 24 de junio de 2010

Mariategui, Alvarez Rodrich, José Mariño, Mónica Delta defienden a EL CHINO, AJA y otros más


Gente como Aldo Mariategui, Alvarez Rodrich, José Mariño, Veronica Linares, Valia Barack y otros más estén a favor de la libertad de expresión de EL CHINO, EL AJA y otros más. También de los avisos de las kinesiólogas de El Trome. Vemos a gente de la calidad intelectual de Beto Ortiz, Aldo Miyashiro y Mónica Delta -en calidad de líderes de opinión- ridiculizando el proyecto de ley de Belmont.

Cada cosa su lugar y las cosas como son: tengo la impresión que la ley que promueve Belmont se refiere a casos específicos. La verdad es que falta perfeccionarla pero no es mala como concepto. El congreso se ve en la necesidad de regular cuando la "auto regulación" no funciona.

Más disparatada resulta ser la Blanca Nieves del canal 4 cuando dice que esa ley NO DICE QUE ES REFERIDA A PROTECCION AL MENOR. Posiblemente piensa que está referida a su perro con pedigree que no sabe leer ni le interesan las carnes humanas.

Estoy seguro que más de uno de los periodistas citados estuvo a favor de la medida de los filtros del internet en cabinas públicas como protección al menor. La misma figura debe darse con quienes irresponsablemente han abusado de la “llamada libertad de expresión” y recién piensan en el concepto de la “auto regulación”.

Eso de escudarse que el canal RBC ha dado obscenidades no invalida la corrección que en la actualidad se está planteando.

Basta de periódicos obscenos invocando la libertad de expresión. Ellos no me inspiran respeto.

1 comentario:

César Flores Huallpa dijo...

Para redondear tu post, el texto propuesto por Belmont:

Código Penal, Artículo 183-B.- Será reprimido con pena privativa de la libertad no menor de dos años ni mayor de seis años el Director, Editor o responsable de las publicaciones o ediciones, a transmitirse a través de medios de comunicación social, tales como diarios, revistas, afiches, paneles, volantes, radio, televisión, o cualquier otro medio que produzca un efecto de comunicación similar, que publiciten imágenes, mensajes o audios obscenos o pornográficos.