Columna del día de hoy de CESAR LEVANO, que nos pone sobre el tapete algo que los demás medios ni se animan a suspirar....
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El gobierno de Chile ha enviado a la Cancillería peruana una “enérgica protesta” por el acuerdo del Tribunal Constitucional del Perú respecto al Tratado de Libre Comercio con Chile, acuerdo que establece premisas para la constitucionalidad de ese convenio.
Fuentes radicadas en Santiago nos indican que el texto chileno descarta cualquier renegociación del Tratado.
Lo extraño es que las cancillerías de ambos países guardan silencio.
La protesta de Chile parece ser respuesta a la declaración que el Grupo Basadre publicó el jueves en La República. Esa comunicación subrayaba que, si bien el Tribunal había declarado infundada la demanda de inconstitucionalidad del Tratado, señalaba asimismo que la constitucionalidad debía cumplir dos requisitos:
-Señalar que la soberanía y jurisdicción del Estado peruano abarca el dominio marítimo en las 200 millas.
-Incluir el criterio de seguridad nacional, como causal de una eventual expropiación.
Este punto se apoya en el artículo 70 de la Constitución del Perú, que específica que “a nadie puede privarse de su propiedad sino, exclusivamente, por causa de seguridad nacional o necesidad pública, declarada por ley”.
El Grupo Basadre concluía, con toda razón, “que para que el Tratado sea constitucional debe contener estos dos requisitos”. Para que ello ocurra, establecía, el Perú deberá renegociar con Chile la inserción de tan fundamentales condiciones.
Tratándose de tan graves cuestionamientos y pensando en consecuencias futuras, Torre Tagle debe dar a conocer la nota de protesta y responderla en los términos debidos.
Lo lógico, y patriótico, es sostener que en nuestro país sí se respeta la decisión del Tribunal Constitucional, y que, en consecuencia, el Perú se pronuncia por la renegociación.
Si Chile persiste en su actitud, habría que denunciar el Tratado.
La faz oculta de la situación es que ambas cancillerías parecen haber acordado un pacto de silencio. Nuestra Cancillería estaría optando, si eso es cierto, por la diplomacia secreta. Debería recordar que en la historia de las relaciones internacionales del Perú todos los actos de diplomacia secreta nos han sido adversos y en más de un caso han conducido a la guerra y la pérdida de territorio.
El presidente Alan García inauguró, en el TLC con Chile, la diplomacia personal. En una visita al país del sur, cuando acababa de ser reelegido, adelantó el Acuerdo.
En círculos diplomáticos se asegura que en aquella ocasión García dijo a los chilenos: “Yo no voy a mover la cuestión del mar”. Tuvo que “moverla” porque ya nuestra Cancillería había asumido la defensa de las 200 millas para todo el país, sin la mutilación que Chile pretende para gran parte de sur del Perú.
La Cancillería del Perú y la Embajada de Chile evaden respuestas.
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