El periodismo rastrero de RPP tiene sus primicias. Son fruto de sus "acostadas" con el de turno. Aquí una muestra mas de una facilita en la que el entrevistador es Chema Salcedo.
Papá Crousillat no tiene arrepentimiento. Se lava las manos y dice que el hijo era el que manejaba el canal. No cabe duda que la mafia sigue viva y sin arrepentimientos. Esboza la posibilidad de volver al canal 4.
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