AUTOR: TTE CRL EP JULIO DEL CARPIO GALLEGOS
Anulado el poderío naval del Perú, con la captura del Monitor Huáscar en el Combate de Angámos, donde un solo buque se enfrentó a toda la escuadra enemiga, Chile logro la supremacía en el mar cortando la línea de comunicaciones que Grau mantuvo abierta durante 8 meses, permitiendo el abastecimiento de armamento, municiones, víveres y el traslado de tropas desde las instalaciones administrativas del interior, hasta las bases operativas del Primer Ejército del Sur.
Desarticulada la línea de comunicaciones marítima, las fuerzas aliadas quedaron completamente aisladas del Segundo Ejército, sin movilidad estratégica alguna, con limitada capacidad táctica de maniobra y sin ninguna posibilidad de apoyo logístico de retaguardia.
La situacion del Primer Ejercito del Sur era insostenible espacial y temporalmente, los nucleos de resistencia aliados desplegados en el amplio Teatro de Operaciones del Desierto, sin capacidad de refuerzo y fuera de la distancia de apoyo, eran vulnerables a ser destruidos en detalle por un ataque simultaneo del enemigo.
El Comando del Primer Ejército del Sur, tras analizar la situación, en el contexto de los cambios estratégicos operados con el desembarco de un ejército de 10 mil soldados enemigos en Pisagua, que originó un enorme desbalance de fuerzas, así como el frustrado intento del ataque aliado a las posiciones enemigas del cerro San Francisco y el retiro de las fuerzas bolivianas del campo de batalla, decide emprender la retirada hacia el Nudo de comunicaciones de Arica-Tacna para lograr la concentración de las fuerzas con las unidades que conformaban la segunda posición defensiva.
La retirada de las tropas peruanas a través del desierto de Atacama, el mas árido del mundo donde las temperaturas promedio oscilan en rangos de 50º y la posterior Batalla de Tarapacá constituyen una página épica en la historia universal, desde Anibal hasta el Mariscal Rommel en el Alamein y el General Schwarzkop en la Operación “Tormenta del Desierto”.
El Primer Ejercito del Sur, después de atravesar la pampa de Tamarugal, ahogado por la sed, exhausto por el cansancio, arribó a la quebrada de Tarapacá, donde las tropas hicieron un gran alto, en su itinerario de marcha hacia Arica, distante 500 kilómetros a través de terrenos desérticos desprovistos de recurso alguno, desplazamiento que duro 20 días, sin abastecimientos, interrumpida su línea de comunicaciones y flanqueado por un enemigo inmensamente superior en efectivos y dotado de armamento de última generación.
El General en Jefe del Ejército chileno al tener conocimiento de la vulnerable situación en que se encontraban las Fuerzas Peruanas decidió enviar un Ejército de 3,500 hombres de las 3 armas para aniquilarlos en el fondo de la quebrada de Tarapacá.
La ofensiva fue ejecutada mediante una maniobra de doble envolvimiento: la 1ra División desencadenó su ataque desde la posición de Huarasiña, la 2da División ataco por el flanco que domina el pueblo, completando el cerco con la 3ra División cuya misión era cortar la retirada de las fuerzas que escaparan al aniquilamiento del grueso.
Las Fuerzas Peruanas, reaccionaron con celeridad, organizando inicialmente una defensa móvil, la 2da División al mando del Coronel Cáceres contraataco escalando los casi inaccesibles cerros, al llegar a la cumbre en una lucha cuerpo a cuerpo rechazo el ataque del enemigo; los valerosos soldados del Batallón “Zepita” en una invencible carga a la bayoneta lograron apoderarse de 4 cañones Krupp, continuaron su avance despojandose de sus viejos rifles Chassepot y recogiendo los fusiles Komblain que arrojaban los chilenos en su desesperada fuga, les ocasionaron fuertes bajas.
La 3ra División, al mando del Coronel Bolognesi contraataco a la División chilena que se encontraba en las alturas de Huarasiña y después de un prolongado combate los desalojó de la posición que ocupaban haciéndolos huir, destacando la acción del Guardia Mariano De Los Santos del Batallón “Guardias de Arequipa” quién logro capturar el Estandarte de Guerra del Regimiento chileno 2do de Línea.
El tenaz combate luchado encarnizadamente se decidió cuando la División Peruana “Vanguardia” al mando del Coronel Dávila, que llegaba de Pachica, realizo un vigoroso ataque en fuerza que hizo huir en desbandada al ejército chileno, el que no fue aniquilado por carecer las Fuerzas Peruanas de escuadrones de caballería y artillería de campaña para efectuar la persecución y explotación del éxito.
Al atardecer el campo de batalla quedo en poder de las tropas peruanas que infligieron al ejército chileno su mas grande derrota en la Guerra del Pacífico, ocasionándole mas de mil bajas entre muertos y heridos, se capturaron 4 cañones Krupp y 4 obuses, el Estandarte de Guerra del 2do de Línea, numerosas banderas, armamento, municiones, víveres, pertrechos, la ambulancia, etc.
La noticia de la derrota sufrida por el ejército chileno en Tarapacá produjo en Chile estupor e indignación; el historiador chileno Vicuña Mackenna, cita: “Eran las doce del día y la Batalla de Tarapacá estaba perdida, Zapadores, Chacabuco y la Artillería de Marina habían sido rechazados en toda la línea y 8 cañones quedaron en poder del enemigo…con estos y con nuestros propios proyectiles se hizo fuego a nuestras tropas ….la derrota de las 2 primeras Divisiones era por tanto completa…los pocos sobrevivientes retrocedían…cuando fueron alcanzados por las Divisiones Peruanas que llegaban de Pachica y entonces el pánico se apodero de todos y las laderas del Huarasiña cubrieronse de fugitivos”.
La Batalla de Tarapacá es el paradigma de una victoria única, sin émulo y sin par en la historia universal, constituye la antítesis de las leyes de la guerra que preconiza que los ejércitos han ganado o perdido batallas por el éxito o fracaso de sus servicios logísticos y la tecnología de las armas.
En la Batalla de Tarapacá el Infante Peruano demostró la superioridad del ser nacional, sus altos valores militares, su entrega sin condicionamientos en defensa de la heredad patria, legando a la posteridad una página de gloria que jamás el enemigo logrará borrar de la memoria histórica, la derrota que la Infantería Peruana ocasionó a la élite de su ejército.
3 comentarios:
¿y por qué no nos quedamos con Tarapacá?
mi tio tatarabuelo francisco castellanos olivera peleo en la batalla de tarapaca fue soldado de la segunda compañia del batallon lima numero ocho fue soldado de infanteria, su expediente se encuentra en el archivo historico militar en el segundo piso al frente del museo de arte de lima.
francisco castellanos fallecio el 08 de octubre de 1944 fue enterrado en el cementerio prebistero maestro pero ignoro en que pabellon y nicho le abran puesto.
su padre manuel luciano castellanos fallecio el 24 de abril de 1885 fue enterrado en el cementerio prebistero maestro pero ignoro en que pabellon y nicho le abran puesto.,su madre se llamo carmen olivera.
me pueden escribir a mi email: poncejulio2001@mixmail.com
el peruano demostro su superioridad en la batalla de tarapaca
PERO Y DESPUES...................
Publicar un comentario