El Congreso tuvo un encontronazo con el Poder Judicial porque estaban desesperados por las comunicaciones que constan en poder de la jueza Maria Martínez. Después de las amenazas hasta con acusar constitucionalmente a quienes se negaran acatar al poder político se han empezado a filtrar valiosos datos como la nota que se reproduce de LA REPUBLICA. Otros medios no le dan importancia e imponen silencio.
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En los CPUs de directivos de BTR se encontraron archivos del Plan Emilio
10 años. La interceptación de periodistas y políticos que ordenó Fujimori. Aparecen informes de seguimiento e información de correos de 50 personalidades políticas y periodistas que fueron objetivos entre 1998 y 2000.
César Romero C.
Los archivos del Plan Emilio que desarrolló el Servicio de Inteligencia Nacional en los años ’90 para seguir a periodistas y políticos de oposición al régimen de Alberto Fujimori, fueron hallados en los discos duros incautados al ex oficial de la Marina de Guerra, Carlos Tomasio de Lambarri.
Según fuentes judiciales, estos archivos forma parte del material que la jueza María Martínez revisa en estos días. Son cientos de informes de seguimiento e interceptación telefónica y de correo electrónico que habría estado a cargo del servicio de inteligencia de la Marina de Guerra.
Si bien, la interceptación telefónica de los años ‘90 ha sido objeto de juicios y sentencias a Alberto Fujimori, Vladimiro Montesinos y más de 90 oficiales y agentes de inteligencia, sus archivos y los equipos de interceptación nunca fueron encontrados.
El plan Emilio fue autorizado y ordenado por Fujimori. Consistió en el seguimiento e interceptación de las comunicaciones de políticos y periodistas considerados un peligro para el fujimorismo.
Funcionó desde 1990 hasta que se desactivó el SIN, en octubre del 2000. La Fuerza Aérea se habría encargado de la interceptación telefónica y la Marina de los correos electrónicos.
Las interceptaciones trascendieron a la prensa en 1997 cuando, Canal 2 y La República difundieron informes de inteligencia del seguimiento al que fueron sometidos durante la campaña presidencial de 1995 el candidato presidencial y ex secretario general de la ONU Javier Pérez de Cuellar y otros personajes políticos y periodistas.
La fiscalía determinó que llegaron a funcionar hasta 29 centros de escucha clandestina, pero solo se descubrieron 21, en su mayoría los que dirigió el coronel Roberto Huamán Azcurrra.
Biblioteca
Ahora, la jueza María Martínez ha encontrado en los discos duros que tenía Tomasio de Lambarri cientos de informes de inteligencia, fotos de seguimiento, correos electrónicos y claves de seguridad de casi 50 políticas y periodistas. Ellos fueron objetivo de inteligencia desde 1998 hasta el 2000.
Aparentemente toda esa información confidencial la tenía Tomasio como una biblioteca que los directivos de Business Track utilizaban en su trabajo reciente. Los directivos de BTR no han precisado cómo obtuvieron este material .
Elías Ponce Feijóo, gerente general de BTR, fue jefe de operaciones y subdirector de la Dirección de Inteligencia Naval en los años ‘90. Tuvo como jefes en inteligencia naval a Antonio Ibarcena Amico y a Manuel Arriaran Medina, ambos juzgado por chuponeo telefónico.
Se cree que los directivos de BTR se quedaron con esa información, cuando, al huír a Panamá, Montesinos ordenó el repliegue de sus agentes y quemar los documentos.
Objetivos
Químper. El abogado Alberto Químper habría sido objetivo de espionaje en más de una ocasión y no solamente el 2008 por el caso Discover Petroleum Internacional, lo que involucrá a muchas víctimas indirectas.
Víctimas. Las personas que aparecen como victimas pueden acercarse al despacho de la jueza María Martínez y solicitar que se les incluya como tales. El Estado podría obtener información a través del procurador.
Son 10 años de espionaje
En las computadoras de los directivos de Business Track se ha encotrado información que abarca 10 años de espionaje telefónico. Desde 1998, con la información del plan Emilio, hasta la intervención de Business Track por los Petroaudios.
La documentación encontrada determinaría que los chuponeadores cambiaban de objetivo según los contratistas o financistas.
Hay espionaje político, como el realizado en las elecciones del 2006, al ex candidato presidencial Ollanta Humala Tasso, el 2003 y 2004 a fujimoristas y al Movimiento Nueva Izquierda. Luego está el espionaje industrial y el que se realizó fuera del país: Argentina, Ecuador, Chile, Bolivía y Venezuela, para definir los vínculos de las FARC.
FUENTE
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