Es una cosa de locos! Todo esto sin mencionar los avisos de los mineros por los medios de comunicacion y las mejoras a las comunidades! Dicho sea, no he visto ninguno sobre LA OROYA!
Hoy en LA PRIMERA dice:
Versión de Doe Run
La Gerencia de la Minera Doe Run Perú nos envió una carta aclaratoria, respecto a unas Pataditas de ayer. Afirmaron que las emisiones metálicas por chimenea disminuyeron un 74%, en comparación con octubre del 2007, en la ciudad de La Oroya, entre varios puntos. Cumplimos con informar, pero nuestra lucha contra la contaminación continuará.
Horas mas tarde en el portal de EL COMERCIO se da la siguiente información:
La contaminación en La Oroya llegó la semana pasada a niveles históricos y espeluznantes. El miércoles 13, la estación de monitoreo ubicada en el sector denominado Sindicato, la más próxima al complejo metalúrgico Doe Run, registró una concentración de azufre en el aire de 27.000 microgramos por metro cúbico, cuando lo permitido por la legislación peruana, a través del Estándar de Calidad de Aire (ECA), es de 364 microgramos por metro cúbico.
Una cantidad similar de concentración de azufre se consignó en la estación de monitoreo del hotel Inca, mientras que en las otras estaciones, como La Oroya, Marcavalle y Huari, ubicadas a varios kilómetros del complejo metalúrgico, también se registraron cifras muy elevadas del elemento químico.
Los reportes obligaron a la Dirección General de Salud Ambiental (Digesa) a declarar en estado de emergencia a la ciudad desde las 9:15 a.m. hasta las 12:45 p.m., acción que luego se comunicó a la presidencia del comité provincial de Defensa Civil de La Oroya y a la jefatura del Instituto Nacional de Defensa Civil de Junín para que inicien las medidas que exige el plan de contingencia.
Este plan, elaborado por el comité provincial de Defensa Civil y el Consejo Nacional del Ambiente (Conam), señala que durante las declaratorias de alerta los pobladores deben cerrar las ventanas de sus casas. Asimismo que las personas afectadas por males pulmonares o mujeres gestantes no salgan a la calle.
Aquel día, los pobladores de La Oroya, acostumbrados a convivir con el olor a azufre, no pudieron resistir la neblina gris que invadía la ciudad, por lo que tuvieron que cubrir sus rostros con pañuelos durante horas.
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