lunes, 5 de abril de 2010

5 de abril el golpe de Fujimori

El 5 de Abril de 1992, festejando el 113 avo. aniversario del sorpresivo y traidor ataque de las Fuerzas Armadas Chilenas contra nuestro pueblo y dentro de nuestro territorio, las Fuerzas Armadas jefaturadas por ALBERTO FUJIMORI y comandadas por el Gral. de Ejto. NICOLAS HERMOSA RIOS, decidieron someter al pueblo peruano, ocupando el territorio que nos dejaron los chilenos y ecuatorianos al que hay que agregársele el que se han apropiado recientemente estos últimos: el Puesto Teniente Ortiz.
Ese día FUJIMORI, abrumado por la presión militar y con apresuramiento psicopático, ordenó poner en marcha el guión, usando como pretexto la inconducta funcional (inmoralidad) de los siguientes organismos:

Poder Legislativo, justo cuando conformaría al día siguiente las comisiones investigadoras sobre donaciones japonesas, así como para conocer las actividades de SANTIAGO FUJIMORI y VLADIMIRO MONTESINOS TORRES, hermano y asesor del Presidente golpista. También trataría sobre la censura al Ministro BOLOGNA. Todo esto, después del Golpe, ha quedado en el olvido.

Poder Judicial, que ventilaba la denuncia de las donaciones, efectuada por la Sra. SUSANA de FUJIMORI contra los familiares de su esposo, el Presidente Golpista, así como el amparo por prevaricato de la Procuradora en el caso de ALAN GARCIA, que junto con una larga lista de cuestiones similares, han pasado al olvido.

Contraloría General de la República, pronta a concluir las investigaciones de inmoralidades gubernamentales, entre la que destacaba el escandaloso y vergonzoso caso de la BELCO.

En este Golpe de Estado, se utilizó la personalidad japonesa de FUJIMORI (autoritaria y sintética), sumada a su incapacidad manifiesta para manejar la frustración conduciéndolo a promover un Golpe de Estado «a todo costo», o, como dijeron los periodistas extranjeros, se trataba de «una fuga hacia adelante» y todo ello a espaldas del Gabinete Ministerial, del que renunciaron de inmediato el Premier y el Ministro de Agricultura.

Los Comandos Militares, verdaderos decisores, y el Servicio de Inteligencia Nacional, como de costumbre, fracasaron en sus predicciones sin atisbar, entre otras, las siguientes consecuencias inmediatas del golpe:
- El Grupo de Apoyo le retiró su aval.
- Las Cancillerías pusieron en cuarentena al país.
- La Banca Internacional se mostró reticente.
- La OEA, que por la Constitución de 1979 tenía carácter decisor sobre el Perú, estuvo a punto de sancionarlo.
- El Departamento de Estado, el Congreso y la DEA norteamericana tomaron conciencia de las coincidencias del golpe de Estado con la persecución a Gustavo Gorritti y la interrupción de las investigaciones del caso de los 117 oficiales de las Fuerzas Armadas denunciados como narcotrficantes por el Jefe de la DINTIP, y que según cifras oficiales de los EE UU de NA, serían 170.
- La social-democracia comenzó a aislar al Perú.
- EE UU de NA, en año de elecciones, no podía apoyar a FUJIMORI, aunque BUSH lo pretendiera.

En términos internacionales, por los efectos, el golpe de Estado tenía que acabar siendo ¡UN DESASTRE!, y como nunca antes, el Gobierno se convirtió en un mendigante, capaz de todo por recibir favores de la Banca internacional.

En lo interno, resaltó lo siguiente:

- BOLOGNA apareció como un triunfador en la juramentación del nuevo Gabinete, como si la potencial interpelación por la Cámara de Diputados hubiera sido el leit motiv del golpe de Estado.
- Quedó en claro que la forma fraudulenta de la liquidación de la Banca de Fomento no tuvo otro efecto que liquidar la DEUDA INTERNA para pagar la DEUDA EXTERNA y que el Gobierno entregaría las finanzas públicas a la Banca Extranjera, proyecto que el mismo golpe se encargaría de traer abajo.
- ALAN GARCIA escapó muy a tiempo de una situación difícil y los Ministros apristas, por mandatos constitucionales, podían burlar la acción de la Justicia.

La perspectiva para los golpistas no podía ser más oscura y todo ello en medio de un vacío de poder dentro del mismo Ejército, que le ocasionaría trastornos internos, por lo que tanto los generales golpistas, así como MONTESINOS y FUJIMORI, tuvieron que defender con desesperación y hasta las últimas consecuencias su golpe de Estado, por que la legalidad y particularmente la Constitución de la República, no les dejaban línea de retirada posible, entonces había que acabar con la legalidad y la Constitución utilizando todos los argumentos zoocráticos, incluyendo los «desfiles de tanques por las calles», para atemorizar a los constituyentes de oposición.

Pasaban los meses y ALBERTO FUJIMORI FUJIMORI, con los generales HERMOZA, BRIONES, MALCA, sus cofrades regionales y el capitán artillero VLADIMIRO MONTESINOS TORRES, todos de espadas vírgenes, pretendieron y pretender revolucionar el país sin tocar a un solo corrupto, sin ajar ningún gran narcotraficante o proxeneta; entregando territorios a Bolivia, Chile y Ecuador; hambreando al pueblo; aterrorizando o comprando periodistas al peso; ampliando y extendiendo el desempleo y el subempleo; consolidado el narcotráfico y extendiendo la impunidad a límites inimaginables; promoviendo la prostitución, incluso infantil y por hambre; negociando la deuda externa; pactando indemnizaciones por cien veces el justiprecio, como el caso de la BELCO; conviniendo en las peores y más absurdas condiciones para el Perú, como en el caso de la SOUTHERN y específicamente las obligaciones del medio ambiente; pretendiendo entregar los recursos estratégicos y hasta PETROPERU

Así las cosas se pueden dudar, legítimamente, de la racionalidad de ALBERTO FUJIMORI al decidir el golpe de Estado; tanto como de la racionalidad de los generales MALCA y HERMOSA; así como de la capacidad del asesor político VLADIMIRO MONTESINOS; salvo que hubieran asumido compromiso previo de impunidad con delincuentes y con el Gral. EDWIN DIAZ, artífice del triunfo de FUJIMORI con MONTESINOS y con la complicidad activa del ex-Presidente ALAN GARCIA PEREZ, que endosó votos apristas después de haber ayudado substantivamente la campaña electoral de FUJIMORI.

El problema irresuelto que permea la estructura policiaca fujimorista sería el narcotráfico. Se consiguió espacio en base al artilugio de pretender, como condición previa, un Estado saneado moralmente, en el lapso de dos años, ya vencidos con amplitud, sin que se avizore avance alguno y más bien con retrocesos continuos.

José Fernández Salvatteci

1997

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