martes, 1 de julio de 2008

Vladimiro Montesinos: El pasado (Primera Parte)

A continuación otro extracto de MILITARES EN EL PERU: DE LIBERTADORES A GENOCIDAS. El libro no es ficcional ni novelado. Incluye nombres y circunstancias que pertenecen a un peiodo nefasto de la historia del Perú.

Mas Informacion sobre el Mayor Fernandez Salvatecci

Por Jose Fernandez Salvatecci.
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VLADIMIRO MONTESINOS

No... no lo podía entender... me parecía absurdo...
Yo estaba hablando de Traición a la Patria.... y él me decía que eso no podía ser tratado...

“¡Se trata de Traición a la Patria, mi general!”, insistía con vehemencia...
· No, Pepe, una denuncia de tal tipo pone en peligro el prestigio del Ejército..
· ¡Qué “prestigio del Ejército”!... ¡Primero está la Patria!... El enemigo siempre tratará de penetrar nuestra Institución y nosotros demostraremos nuestra capacidad cuando descubramos sus intentos y castiguemos con la mayor severidad a los culpables...
· Pero... ¿ te has preguntado cuántos generales y coroneles caerían en esta investigación?.
· No importa si es la mitad del Ejército... pero de la otra mitad confiaremos y estaremos seguros.
· Pero ¿tú has meditado que pensarían de mi si se enteraran que en mi equipo de asesoramiento existe un traidor a la Patria?
· Que interesamos nosotros frente a la Patria, mi general?

No... todo eso no está sucediendo... no puede ser real... estoy inmerso en una espantosa pesadilla... Denuncio, con pruebas contundentes, un flagrante delito de Traición a la Patria y se quiere ocultarlo bajo los pretextos de “mantener inmaculado el prestigio de la Institución”, “del número de los culpables” y “del prestigio del Comandante General del Ejército”... ¿Es qué este general no sabe que el delito de Traición a la Patria es el más grave que puede cometer un soldado y que el no denunciarlo equivale a convertirse en un Traidor a la Patria?... Así lo establece el Código de Justicia Militar en su Art. 80, cuando dice: “El que tenga conocimiento de que se intenta cometer un delito de Traición a la Patria y no da parte a sus superiores militares... será considerado como coautor si el delito llega a consumarse y sufrirá la misma pena que el autor”, en este caso, la pena de muerte.

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Al enterarme que el Gral. JORGE FERNANDEZ MALDONADO nombraría como parte de su equipo de asesoramiento en la Oficina del Primer Ministro, que ocuparía desde el 1ro. de enero de 1976, al Cap. Art. VLADIMIRO MONTESINOS TORRES, me había apersonado a su Despacho con el fin de recordarle que se trataba de un “traidor de la Patria”, vendedor de informaciones de la más alta calificación de seguridad militar , “cuyo conocimiento por terceras personas, podría traer graves peligros a nuestra Patria”, pero nada de lo que le decía deseaba ser discutido por él, que a lo sumo manifestaba que le había sido recomendado por el general ENRIQUE GALLEGOS VENEROS, Ministro de Agricultura.
Le ofrecí regresar en 48 horas con nuevos datos y abandoné muy confundido ese lugar.

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El Comando Militar “3 de Octubre” (CM3) era una organización clandestina formada, inicialmente, por jóvenes oficiales del Ejército, a los que luego se les fue agregando otros elementos castrenses. Su misión era la de llevar adelante el compromiso asumido por las Fuerzas Armadas el 3 de octubre de 1968. A este Comando se le agregaba, compartidamente, otra estructura de naturaleza civil, conformada por Organizaciones Populares, a la que decidimos dejar sin nombre para evitar su identificación y tenía como objetivo especial el aseguramiento del traspaso del Poder Político y Económico a manos del pueblo organizado. A esta entidad se le conoció más tarde como “La Orga”.
Tanto la ORGA como el CM3 constituían una sola estructura destinada a la toma del Poder, en caso necesario, para la continuidad del proceso de la Revolución Peruana iniciado por el Gral. Div. JUAN VELASCO ALVARADO. Su constitución se venia dando desde 1973, abarcaba todo el país y su poder se puso en evidencia luego de los acontecimientos del 5 de febrero de 1975, con la formación del COMITE DE COORDINACION DE ORGANIZACIONES POPULARES. Su división en dos aparatos paralelos se debía a razones políticas, sociales, así como técnicas y tácticas revolucionarias. Toda la estructura tenía un Estado Mayor y una sola jefatura, que recayó en mi persona.
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Al salir de la Oficina del Jefe de Estado Mayor del Ejército busqué al Mayor RAFAEL CÓRDOVA, segundo jefe del CM3 y discutimos el tema, que para nosotros estaba clarísimo: nuevamente trataba de infiltrarse el Cap. VLADIMIRO MONTESINOS es esa instancia del Poder: la Oficina del Primer Ministro, con acercamiento a los otros puestos que, a la vez, ocuparía el Gral. FERNANDEZ MALDONADO: Primer Ministro, Comandancia General del Ejército, Ministerio de Guerra y Presidencia de la Junta Militar de Gobierno.
Al día siguiente volví al Despacho del Gral. FERNANDEZ MALDONADO, insistiendo en lo conversado anteriormente, esta vez acompañado y avalado por el Mayor RAFAEL CORDOVA, quien era el que más conocía de las andanzas del Cap. MONTESINOS, agregando a ello los informes que me había proporcionado el Comisario PIP GUILLERMO MANSILLA, policía encargado personalmente por el general para que velara por su seguridad. Estos informes consistían en las andanzas del Capitán por saber sobre los itinerarios que utilizaba el general, cuáles eran sus personas de confianza dentro y fuera de la Institución, sus relaciones íntimas con su secretaria privada, etc. etc., cuestiones que nada tenían que hacer con el puesto para el cual sería designado a ocupar dentro de cuarenta días.
Pero... el general seguía insistiendo en que había sido recomendado por el general GALLEGOS VENEROS y que, al parecer, se trataba de un joven inteligente e identificado con la Revolución Peruana... y, al final, para desviar la conversación, nos mostró una revista venezolana, “Resumen”, donde lo comparaban con FIDEL CASTRO.
CORDOVA y yo nos retiramos alarmados por le ingenuidad del general... o ¿es que acaso no sería ingenuidad?... Porque el general era muy inteligente, hasta tal punto de que nosotros, el CM3 y la ORGA, lo habíamos aceptado como nuestro líder y continuador de la gran Revolución Peruana, iniciada por el Gral. JUAN VELASCO ALVARADO.

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La respuesta del general frente a mi posición respecto al Cap. MONTESINOS, no se hizo de esperar y fue la de sacarme de en medio.
Días después de la última entrevista fui citado por el Gral. FERNANDEZ MALDONADO a su Despacho y ya no toqué el tema del Cap. MONTESINOS. Los minutos pasaban sin encontrarle razón a la cita, tratando temas sin mayor importancia... hasta que “disparó el cañón” diciéndome:

· Pepe te he llamado para que me digas dónde deseas ser cambiado de colocación al salir de la Escuela Superior de Guerra.

La pregunta me desconcertó, pues yo creía que seguiría trabajando políticamente dentro de la Revolución Peruana, no obstante contesté:

· Dónde el Comando crea conveniente, como ha sido hasta la fecha. Jamás se me preguntó tal cosa y hasta se me destinó a puestos que yo no deseaba ir, como cuando Ud. me nombró como Ayudante, antes de ser su Asesor, ¿recuerda, mi general?....
· Pero esta vez te lo pregunto porque dentro de treinta días seré el nuevo Comandante General del Ejército, y puedo nombrarte donde lo desees...
· Pues bien, mi general, desearía ser nombrado como Jefe de la Compañía Autónoma de Andahuaylas.
· Andahuaylas?... pero allí hace un frío tremendo que afectaría a tu esposa y a tus hijos...
· Mi problema familiar es mío y yo sabré como lo soluciono. Ud. me ha preguntado dónde me gustaría ser cambiado y yo le he respondido a Andahuaylas...
· Pero... ¿porqué a ese sitio?.
· Porque allí permaneceré aislado de las vistas y preocupaciones de los generales quienes, por mi entrega a la causa revolucionaria, me califican indebidamente como “comunista”.

Mi decisión fue aceptada y así se publicó en la Orden General del Ejército.
En realidad la actitud del general me había sorprendido, pues, al parecer, se debía a una decisión de apartarme de su lado y de la Revolución Peruana, como si después de lo tratado sobre MONTESINOS, le estorbara.
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El haber escogido ser cambiado a Andahuaylas no era una cosa absurda. Ello obedecía a que si era destinado a ese lugar, permanecería en una zona aislada, en la cual sería el máximo jefe. Esa ciudad cuenta con un aeropuerto y se comunica terrestremente con Cosco, Ayacucho e Ica, así como con todas las ramificaciones que de esos lugares se dan. Por Ayacucho nos uníamos a zona minera, en la que tenía gran influencia, así como a la ceja de selva, donde la ORGA poseía bases. En el Cosco contábamos con las organizaciones campesinas y, en el mismo Apurímac, teníamos enlaces con la Confederación Campesina del Perú, de la que LETTS COLMENARES era asesor. Todo ello en relación a la ORGA, estructura político-militar compuesta por organizaciones civiles. Por el lado netamente militar, era zona estratégica, con la que el CM3 podía dirigir sus operaciones.
Todo el aparato político-militar se echó a andar para adecuarse a la nueva situación, esto es: el centro revolucionario y el inicio de la operaciones se trasladaría a Andahuaylas.

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No habían transcurrido diez días y el Gral. FERNANDEZ MALDONADO me citó nuevamente a su Despacho...

· Pepe - dijo - el puesto de Andahuaylas ya había sido comprometido por el Gral. VARGAS PRIETO para el destino de otro oficial, así que no podrás ir allí. He ordenado que te cambien a San Ignacio, que también es una Compañía Autónoma.
· Bien, mi general. Desde el primer día le dije que yo iría allí donde el Comando lo creyera conveniente...
· Pero no te preocupes, puedes matricular en el internado religioso de Jaén a tus hijos y visiratos cada quince días en la camioneta de la Compañía...
· Mi General, le vuelvo a repetir que mis problemas familiares los resuelvo yo, así que deje de preocuparse. Lo que si le digo, desde este instante, es que los dineros generados por la guarnición de San Ignacio se remitirán oficialmente, con conocimiento de la Comandancia General del Ejército o destinados en beneficio del cuartel o de la localidad. No entregaré un solo centavo para el provecho de general alguno. Ud. me conoce.
· No Pepe, la cosa no es así. Todo debe ser cambiado de a poco y a su debido tiempo, no se pueden romper las costumbres y hábitos de la noche a la mañana...
· A mi me parece bien que la honestidad se inicie ya...
· Ya conversaremos, pero tu cambio saldrá rectificado en la siguiente Orden del Ejército, así que haste a la idea de ir a San Ignacio...

Indudablemente ocurría algo rarísimo. Se me destinaba a un lugar totalmente aislado de la realidad nacional, que figuraba como una isla de la que no podía comunicarme con el resto del país. Eso había que estudiarlo, pues me veía precisado a dejar la jefatura de la ORGA y el CM3... CORDOVA sería una buena alternativa para el CM3 y ELIO PORTOCARRERO, para la ORGA, manteniendo a GERMAN TRIGOSO como coordinador general.
En lo personal, el cambio me perjudicaba, pues para el grueso de oficiales se trataría de una “viveza mía”, pues “habiendo sido cambiado a un puesto con dificultades climatéricas, habría influenciado ante el Gral. FERNANDEZ MALDONADO para que me cambien a una guarnición de la que saldría rico”.

Nota: Luego nos enteraríamos que en Andahuaylas continuaría el mismo Jefe anterior y que era falso lo del Gral. VARGAS PRIETO. Es probable que el Comando del Ejército haya sido alertado por el Cap. ELOY VILLACREZ, quien ya había sido infiltrado en nuestras organizaciones por el Ministerio del Interior y era amigo íntimo del Cap. MONTESINOS. De lo que se habría tratado era de aislarme totalmente...

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El primero de enero de 1976, en las primeras horas de la mañana, me citó a su casa, con carácter de urgencia, el Gral. FERNANDEZ MALDONADO y, la llegar, luego de los saludos por año nuevo, se estableció el siguiente diálogo:

· Pepe, tú sabes de que yo no soy homosexual, ¿no es cierto?.
· Efectivamente, mi general.
· Pues bien, el Gral. SCHROT CARLIN, Jefe del Servicio de Inteligencia Nacional, dice que soy homosexual y que posee unas fotografías en la que aparezco con pelucas y no se que otras cosas, así que he decidido que seas cambiado al Servicio de Inteligencia del Ejército, como Jefe de Búsqueda de Informaciones Secretas y, con tu enorme capacidad y lealtad hacia mi, averigües que es lo que tiene el Gral. SCHROT...

Me quedé atontado... como si hubiera recibido tremendo golpe en el cerebro... Por mi cabeza se agitaban miles de pensamientos entrecruzados... No podía entender lo que me decía el general... ¿Cómo podía permitir que un subalterno, general de brigada, pudiera afirmar tan degradante cosa en un militar?... En su caso yo lo hubiera agarrado a patadas, dado de baja y enjuiciado en el acto... FERNANDEZ MALDONADO era, desde ese preciso día, Comandante General del Ejército, Ministro de Guerra, Primer Ministro y Presidente de la Junta de Gobierno... No existía otro personaje con tantos poderes en la mano, mayores a los que podía tener el Presidente de la República, FRANCISCO MORALES BERMUDEZ...
En esa situación , casi como un eco, sin saber de donde salió ese pensamiento, escuché mi propia voz, que decía:

· Pero, porqué pelean entre Uds., los generales, si juntos trabajan para la CIA.

El general su puso muy pálido y tartamudeando afirmó:
· No, yo ya no trabajo para la CIA, lo hicimos durante las guerrillas del 65, pero yo después me desvinculé, no así SCHROT, que continua hasta la fecha.
· Bueno, mi general, Ud. me nombrará a ese puesto, pero los Jefes de Unidad pueden hacer los cambios que deseen dentro de sus reparticiones y a mi es difícil; que me reconozcan en ese cargo...
· No, de ninguna manera, tú irás al puesto para en cual te designo...

Otra vez me metía en problemas: para la oficialidad “no solo me había negado ir a Andahuaylas y a San Ignacio, sino que quería mantenerme en Lima...”

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El 1ro. de febrero de 1976, luego de recibirme como Oficial de Estado Mayor en la Escuela Superior de Guerra, me presenté al Servicio de Inteligencia del Ejército (SIE). El Jefe, Crl. EDWIN DIAZ ZEVALLOS, me dio la bienvenida y me ordenó que me presentara ante el Tte. Crl. CLEMENTE NOEL Y MORAL, con quien ya había hablado sobre el puesto que ocuparía...
El Tte. Crl. CLEMENTE NOEL me recibió con aparente cordialidad, hablando de mi capacidad intelectual, de mi paso por la Dirección de Inteligencia, donde por tres años me había desempeñado como analista del Frente Interno, de mi paso como Asesor por el Ministerio de Energía y Minas, y otras cosas más, así como que el Comando del SIE había decidido sacarme el mayor provecho, por lo que me ocuparía de actualizar los obsoletos Manuales de Inteligencia, yo sonreí y con un “comprendido mi comandante”, me retiré hasta que me asignaran el lugar físico que ocuparía para desempeñarme en ese nuevo puesto que se acababa de crear...
Me comuniqué de inmediato con el general FERNANDEZ MALDONADO y le hice conocer lo acertado que estuve cuando le hable de mi destino en el SIE. El me dijo que llamaría de inmediato al Crl. EDWIN DIAZ y le ordenaría que respetara su decisión...

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Ya posesionado de mi puesto, me olvidé, lamentablemente, de investigar lo ordenado por el Gral. Div. FERNANDEZ MALDONADO, sobre lo de su homosexualidad, que de haberlo hecho muchas cosas desagradables se hubieran evitado en el Perú y de esto me lamentaré eternamente.
La dinámica de trabajo que me impuse fue verdaderamente fuerte y tan absorbente como solo la mística revolucionaria puede engendrar tanta dedicación. Había que trabajar en la búsqueda de informaciones sobre el Frente Externo, particularmente en lo referente a CHILE y ECUADOR, dentro de la guerra convencional. En el Frente Interno prioricé la búsqueda de informaciones sobre las acciones subversivas de la “derecha peruana” y las maquinaciones del imperialismo norteamericano contra el proceso revolucionario peruano, ya que éstos eran los verdaderos enemigos del pueblo peruano y de la Patria... el resto eran meros obstáculos, a los que había que dar diferente tratamiento. También debía de velar por la seguridad y el prestigio de quien, fatalmente, considerábamos nuestro líder revolucionario: el Gral. FERNANDEZ MALDONADO. Esto sin considerar los pedidos de información solicitados por la Dirección de Inteligencia, las interferencias de los otros Servicios de Inteligencia, etc. etc. etc. Además debí continuar con las labores de Jefe del CM3 y de la ORGA...
Pero había un asunto que no podía olvidar, pues en él estaba la seguridad de mi Patria, EL PERU, y era el caso del Cap. VLADIMIRO MONTESINOS TORRES. Sabía, por ejemplo, que él había ejercido función de “colaborador” del SIE, con el alias de “MIGUEL”. Es de resaltar que un Oficial no podía ejercer el cargo de “colaborador”, esto es, de sujeto que cobra una cantidad de dinero por suministrar informaciones al Servicio de Inteligencia. Podía, en todo caso, desempeñase como agente” o “espía”, sin otro cobro en dinero que los gastos que esas acciones pudieran representar.
El Cap. VLADIMIRO MONTESINOS TORRES ERA UN COLABORADOR DEL SIE y por tal trabajo recibía una mensualidad de cinco mil soles oro.
Por su Legajo me enteré que había sido reclutado por un ofrecimiento personal y la aceptación del Jefe del SIE, Crl. KOESTER y el subjefe de la misma entidad, Tte. Crl. CLEMENTE NOEL, quienes pidieron y lograron la autorización del Director de Inteligencia, Gral. JUAN SANCHEZ, que a su vez, en su oficio de aceptación, hizo hincapié sobre peligro que ello podía representar por los enlaces que él había constatado que existían entre el Cap. MONTESINOS y la Embajada norteamericana.
Este era un caso raro, pues el Jefe del Servicio de Inteligencia, por compartimentaje, no tenía porque pedir autorización al Director de Inteligencia. Probablemente se debió a lo delicado del asunto ya que el SIE se convertía en un ente de espionaje contra su propio Comando y del Gobierno de su propia Patria.
También me enteré que había pedido su desactivación, como colaborador, cuando se enteró del cargo que yo ocuparía en el SIE.
Mis investigaciones las hacía directamente, sin contar o pedir ninguna ayuda, pues como el personal era antiguo en el Servicio, no le tenía confianza al tratar este asunto.
Fuera de esta fuente tan importante de información, el Legajo, recurrí a otras, como a funcionarios del Ministerio de Agricultura, que el Cap. MONTESINOS había dejado de pertenecer recientemente, en calidad de destacado.
En el Legajo del colaborador MIGUEL, encontré, entre otros, los siguientes documentos entregados por el Cap. MONTESINOS al SIE:

· Relación completa del armamento soviético en el Ejército Peruano (ESTRICTAMENTE SECRETO).
· Adquisición de material bélico adicional soviético en el Ejército Peruano (ESTRICTAMENTE SECRETO).
· Informe de Coyuntura No. 06-1975, de 12 Feb. 75, completo, con todos sus anexos (ESTRICTAMENTE CONFIDENCIAL).
· Programa semanal de trabajo del Sr. Presidente de la República del 22 al 28 Set 75 (ESTRICTAMENTE CONFIDENCIAL).
· Información sobre aspectos a tratar en la sesión del Consejo de Ministros - Agenda 23 Set 75 (ESTRICTAMENTE CONFIDENCIAL).
· Entrega de documentos ESTRICTAMENTE CONFIDENCIAL, mencionando que éste solamente había sido confeccionado para los Srs. Ministros, para ser leído en el Consejo y luego de ser escuchado debían ser incinerados todos los ejemplares, por disposición del mismo Presidente de la República. Dicho documento contenía: Caracterización de la Problemática coyuntural, Aspectos Financieros, Precios y remuneraciones, Abastecimiento, Problemática de Proyectos, Reforma Agraria y Situación Laboral.
· Copia certificada del Libro de Actas de las Sesiones del Consejo de Ministros, Tomo XX, Folios 196 al 200 y el Tomo XXI, Folio 1... (ESTRICTAMENTE CONFIDENCIAL).
· Financiamiento global del Sector Público Nacional Bienio 1975-76, del 24 Set 75, legajo completo con todos sus anexos (SECRETO).
· Adición a la Agenda de Ministros del 16 Set 75 (CONFIDENCIAL).
· Cuatro Actas del Primer Ministro, con Ministros del Comité de Asesoramiento Económico y Financiero - Agendas.
· Propuesta para el Comité de la OPRP.
· Plan Tacna.
· D.L. y Ley Orgánica de creación del organismo que reemplazará al SINAMOS.
· .Agendas del Consejo de Ministros, de todo el fin del año (Ago-Dic 75) (CONFIDENCIAL).
· Análisis de la Situación de la OPRP.
· Programa de Trabajo del Sr. Gral. Div. Presidente de la República del 15 al 19 Set 75 (RESERVADO).
· Exposición del Fondo Nacional de Propiedad Social, ante el Consejo de Ministros.
· Esquema de la exposición al Consejo de Ministros sobre la Propiedad Social.
· Hoja adicional para las sesiones del Consejo de Ministros (de diversas fechas) (CONFIDENCIAL).
· Exposición de motivos de los Ministros de RR EE, Economía y Finanzas, Comercio, OCI, etc.
· Acuerdos adoptados por el Consejo de Ministros del 21 Oct 75 (RESERVADO).
· Situación de la programación automotriz y la posición peruana (RESERVADO).
· Síntesis del diálogo sobre la libertad de prensa y conflictos laborales, realizado en el Consejo de Ministros del 07 Oct 75.
· Esquema de la exposición al Consejo de Ministros sobre el Sector de Propiedad Social, del 23 Set 75.
· Análisis del Movimiento de la posición de cambios, Jul 75.
· Resúmenes del Sector Privado.
· Relaciones de Bajas del Personal del SINAMOS.
· Etc. etc. etc.

También existían informes particulares, como:

· Supuesta conversación del Cap. VLADIMIRO MONTESINOS TORRES y el Ministro de Agricultura, Gral. GALLEGOS, sobre cambios a producirse en el Gobierno.
· Contradicciones entre las declaraciones del Gral. Div. JUAN VELASCO ALVARADO y el Gral. Div. JORGE FERNANDEZ MALDONADO y las dadas por el Gral. Div. FRANCISCO MORALES BERMUDEZ, frente al APRA.
· Supuestas relaciones íntimas e inmorales de un ministro.
· Etc. etc. etc.
A todas estas cosas, que partían de su incorporación como “colaborador” del SIE, se sumaban las conocidas sustracciones de documentos de la Oficina del Gral. MERCADO JARRIN, en 1973.
Todos estos documentos tenían las clasificaciones de ESTRICTAMENTE SECRETO, ESTRICTAMENTE CONFIDENCIAL, SECRETO, CONFIDENCIAL Y RESERVADO. Esto es necesario resaltarlo.
También se investigó los indicios que existían de la entrega de documentos a potencias extranjeras, considerándose muy valiosas las denuncias confidenciales de EFRAIN RUIZ CARO y ENRIQUETA ROTALDE, quienes trabajaron con el “capitán-colaborador” en el Ministerio de Agricultura, habiendo puesto, según ellos, sobre aviso al Gral. ENRIQUE GALLEGOS sobre la clase de documentación que manipulaba, inclusive, me informaron, que habían visto como hacía entrega de ellos a un miembro de la Embajada norteamericana, lo que pudieron comprobar por la placa del vehículo de la camioneta con la que hacían contacto.
A esto se le añadieron los recibos de dinero entregados por el SIE al Capitán VLADIMIRO MONTESINOS. por la información que entregaba.
Cuando ya tenía las pruebas contundentes para reafirmar mis denuncias de Traición a la Patria, sucedió algo imprevisto. El Cap. LUNA VICTORIA, uno de mis inmediatos subalternos, me hizo una confidencia alarmante: El Cap. VLADIMIRO MONTESINOS TORRES había pedido su reactivación como “colaborador”, con la condición de que “no lo supiera el Mayor Fernández Salvatteci”, lo que había sido aceptado por el Tte. Crl. CLEMENTE NOEL y el Crl. EDWIN DIAZ. LUNA VICTORIA, como lo había hecho en la anterior oportunidad, sería el enlace con el “colaborador” y debería de hacerlo de la manera más reservada.
Pero el Cap. LUNA VICTORIA se había retrasado en sus ascensos y como estos descansan básicamente en las Notas de Apreciación de los Jefes inmediatos, así como tenía la certeza de que yo tenía enorme influencia sobre el Comandante General del Ejército, estimó asegurar su futuro profesional haciéndome partícipe del secreto que, a pesar de caer en el área de mi responsabilidad, yo debería ser el único desconocedor.
Ante tal hecho denuncié el caso ante mi jefe directo, el Tte. Crl. TAPIA, primo del Gral. FERNANDEZ MALDONADO, y del Crl. EDWIN DIAZ ZEVALLOS QUIEN, REACCIONANDO, ME ORDENÓ QUE “SE LE COMUNICARA AL capitán MONTESINOS que no se le autorizaría su reactivación”. A mi me pareció no conveniente la decisión, pues estábamos en pleno conocimiento de un gravísimo delito que había que denunciar para que cayera sobre el autor todo el peso de la ley, sugiriendo además, aparentar acceder a la petición del traidor, hasta agarrarlo con “las manos en la masa.”
LUNA VICTORIA cumplió su papel recepcionando documentación apropiada desde la oficina del Primer Ministro, Gral. FERNANDEZ MALDONADO.
De una cosa me di inmediata cuenta: el apoyo de mis jefes era demasiado dubitativo en casos como éste. Lo había experimentado cuando les informé de todas las acciones subversivas que vivía el país, en la que estaban complicados generales, almirantes, políticos de primer nivel, periodistas, entre otros, tal como años después lo detallara en mi libro “YO ACUSO”. Los personajes implicados tuvieron la virtud de paralizar totalmente a mis jefes, haciéndolos presa de pánico, no realizando ninguna acción de información a nuestros superiores jerárquicos, dejando que fuera yo solo el que asumiera la responsabilidad de poner en conocimiento de ellos tales verdades, y que dieron origen a las acciones que condujeron al pase al Retiro del Gral. Brig. CARLOS BOBBIO CENTURION, pero dejando a salvo y en pleno desarrollo a los otros complotadores, entre los cuales figuraba como una pieza pequeña el Cap. MONTESINOS. Es que hasta el Gral. FERNANDEZ MALDONADO estaba complicado en las acciones subversivas y esto último es lo que no había podido descubrir.
Cuando todo quedó plenamente probado denuncié los hechos de acuerdo a los niveles de Comando, dándome con la sorpresa de que los jefes se paralizaban de terror ante la consecuencia del juicio-escándalo que debía aperturarse, involucrando a personas de la mayor ïmportancia” y ese terror era para ellos mucho más poderoso que el terror que debía tener un soldado de no cumplir con los más sagrados deberes ante la Patria, a la que se juraba lealtad tantas veces al año.
Con estos antecedentes, y luego de respetar los canales reglamentarios, opté por volver a poner en conocimiento directo del Gral. FERNANDEZ MALDONADO. Esta vez llevaba bajo el brazo las pruebas más concluyentes del delito de Traición a la Patria cometido por el Cap. VLADIMIRO MONTESINOS. Allí se estableció el diálogo con el que inicié este testimonio.
Mi firme propósito de que se aperturara Juicio por Traición a la Patria al Cap. MONTESINOS y a los que resultaren responsables por esos y otros tráficos de informaciones, chocaban con la firme y terca decisión del Comando del Ejercito de no enjuiciar a nadie, dejando que ello continuara, sin tomar carta alguna sobre el asunto bajo los pretextos de que sacar a la luz esas cosas “desprestigiaban al Ejercito”, “desprestigiaban a FERNANDEZ MALDONADO, como Comandante General, ya que pondría en evidencia que uno de sus oficiales asesores era un Traidor a la Patria” y que “en caso de investigación, caerían muchos generales y coroneles, a los que también habría que enjuiciar”... pero por allí no se encontraba el PERU, tan sagrado para nosotros, los soldados... Esas cosas no les importaba nada a los “soldados” de ese “Ejército Peruano”.

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Me encontraba parado en la puerta del Ministerio de Guerra totalmente desilusionado... no había cruzado por mi mente otra posibilidad de que VLADIMIRO MONTESINOS fuera enjuiciado por el grave delito de TRAICION A LA PATRIA, y salía como si nada hubiera pasado... como si todo hubiera sido un cuento de ciencia ficción...
... Alcé la vista y me vi frente a la Oficina del Primer Ministro, que era precisamente donde trabajaba MONTESINOS.. El Secretario General de esa entidad era el Gral. Brig. ARTURO VALDEZ PALACIOS, hombre honesto y revolucionariamente bien intencionado.
En mi maletín llevaba, como una prueba más de la infidencia de MONTESINOS, una copia de la propuesta del D. L. sobre las Universidades. Este documento, que solo debía de conocerse a nivel de Ministros, había sido entregado al SIE por el capitán-colaborador.
Crucé la Av. Arequipa e ingresé a las Oficinas del Primer Ministro, que quedaban en el segundo piso del local de la Justicia Militar del Perú... me hice anunciar ante el Secretario General e inmediatamente el Gral. VALDEZ me hizo ingresar a su Oficina. Luego de los saludos de caso, se estableció el siguiente diálogo:

· Mi general, como Ud. sabe, yo soy Jefe de la Oficina de Búsqueda de Información Secreta del SIE y, para nuestro trabajo sobre las Universidades, necesitamos que nos proporcione el proyecto del D. L. sobre la Reforma Universitaria.
· Lo siento, mayor. Ese documento es Reservado y solo pueden conocerlo los Ministros de Estado para su pronta discusión en Consejo de Ministros.
· Pero mi general, ni el SIE ni yo somos enemigos del Perú, de la Revolución ni del Gobierno, todo lo contrario y estamos en la misma trinchera, yo no encuentro razones para este compartimentaje tan estricto...
· No insista, mayor. No se lo puedo proporcionar y no es por desconfianza, ya que yo lo conozco muy bien a Ud. Es por procedimiento, por normas de seguridad establecidas que no pueden ser vulneradas...
· Eso quiere decir que de ninguna manera podemos tener acceso a ese documento.
· Así es, mayor.
· Pues bien, mi general... (y abriendo mi maletín extraje la copia del documento entregado por MONTESINOS al SIE)... aquí tiene copia del documento que Ud. nos niega acceso...
· Pero ¿Cómo ha llegado a su poder?...

El general pasaba indistintamente del rostro pálido de la sorpresa al rojo de la indignación. Desde una de las puertas que tenían acceso a su Despacho y cruzando una oficina se veía un pasadizo, en cuyo ingreso había un escritorio y, en el, estaba el Cap. VLADIMIRO MONTESINOS... señalando hacia ese lugar y apuntando con mi dedo al sujeto, dije al general:

· Ese capitán nos lo ha entregado, como todos los documentos importantes que Uds. producen... es un Traidor a la Patria...

Y le detallé todo lo referente a este delicado caso, sin omitir el último diálogo con el Gral. Comandante General del Ejército. Nada dejé de narrarle... El general era abogado y sabía más que nadie del delito que estabamos tratando... creí que allí, por fin, lograría que se hiciera justicia... y su respuesta no se hizo esperar:

· Mire. mayor. Esto no puede continuar... no se preocupe. Este sujeto (MONTESINOS) se ha hecho cargo de un puesto creado por él mismo, en el que actuando como Mesa de Partes, despacha y recibe toda la documentación que llega o sale de la Oficina... Pero a esto le pondré coto de inmediato... ordenaré que deje ese puesto...

No, no podía ser... ¿Qué es lo que pasaba?... ¿Es qué no se entendía o no se sabía lo que era Traición a la Patria?...

Me despedí del general, ya no había nada que hacer en ese campo y en esos niveles...Me encontraba entre confundido y furioso... ¡Estaba luchando por mi patria, EL PERU, y estaba sólo, dramática y cruelmente solo!...
Al abandonar la Oficina y dar el primer paso, me dio alcance la Secretaria del general FERNANDEZ MALDONADO, BETTY, quien había sido su secretaria privada cuando fue Ministro de Energía y Minas. Se rumoreaba que existía un romance entre ellos y el rumor era acompañado de “pruebas”, tales como el poder que tenía en las reparticiones totales del Ministerio, el habérsele entregado el grifo de Petroperú que queda en la Av. Méjico, al final de la Av. Manco Cápac, la construcción y entrega de una lujosa vivienda en Monterrico, facilidades para que ella y su familia pudieran ingresar mercaderías desde el extranjero, etc. etc... Ella siempre negó el nexo que se les señalaba y hasta llegó a jurármelo, y nadie le creía... Ahora, pasado los años, me parece que decía la verdad...

· Pepe - me dijo - que gusto me da verte después de tanto tiempo. Quiero que conozcas al Cap. VLADIMIRO MONTESINOS que está trabajando con el general, creo que deben formar un solo equipo. Es muy bueno...Espérame un instante....

Y sin esperar respuesta alguna corrió al interior, regresando prontamente con el Cap. MONTESINOS al lado. Luego de las presentaciones del caso se retiró de inmediato, dejándonos solos en el pasadizo...
Era la primera vez que lo tenía al frente, pues no lo conocía físicamente y lo miraba fijamente... el cortó el silencio...

· Mayor, que honor es conocerlo. Siempre he tratado de hablar con Ud. pero por una serie de razones eso no ha sido posible. Es necesario que conversemos pues la Revolución está en peligro y nosotros tenemos que hacer algo...

Mi desprecio y mi ira sobre el sujeto, que eran enormes, tenían que ser controladas. Debía de evitar por todos los medios que este asunto tomara ribetes de enfrentamiento personal, ya que ello podría dificultar la seriedad y claridad de mi denuncia... Tenía que ponerle fin a la entrevista de una manera especial y no sabía como, así que continué con el diálogo...

· ¿La Revolución Peruana?... ¿Qué tenemos que hacer con la Revolución?...
· Mi mayor, Ud., mejor que nadie, sabe que estamos pasando por momentos difíciles y que debemos de estar preparados para afrontarlos. Ud. es un líder y no debe de sustraerse a la responsabilidad que ha adquirido... Yo quiero trabajar con Ud....
· ¿Cuántos galones tengo yo, capitán?
· Cuatro...
· ¿Y Ud.?
· Tres...
· Bueno, esperemos a llegar a ser generales para pensar en el gobierno y en la revolución, mientras tanto bien haría Ud. en acordarse que es oficial de ejército y vaya a seguir el Curso Avanzado de Artillería, del que se está escabullendo hasta la fecha... Ud. sabe que sin seguirlo no podrá ascender... ¿o es que no le importa la carrera?... Yo dejé todo para ingresar al la Escuela Superior de Guerra hasta que me recibí de Oficial de Estado Mayor... Ud. hasta ha despreciado un viaje a Brasil, donde el Gral. MERCADO JARRIN. quiso enviarlo. Acuérdese de su profesión y regrese al ejercito para cumplir con sus obligaciones y deje de pensar en política...

Y si decir más me retiré, dejándolo parado y mudo en el pasadizo.
NO había terminado de salir de las oficinas, cuando presurosamente se me acercó el Capitán ELOY VILLACREZ RIQUELME, quien trabajaba en ese mismo local, en sistema de informática del Ministerio de Guerra, para saludarme, como miembro del CM3 y recomendarme la participación del Cap. MONTESINOS en nuestra organización. Le informe sobre el sujeto y le dije que, al respecto, conversara con el Mayor RAFAEL CORDOVA, segundo en el mando del CM3, asimismo que, por el lugar en que se encontraba, estrechara una vigilancia estricta sobre MONTESINOS (nunca nos proporcionó información y siguió manteniendo su amistad hasta hoy).

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Al regresar a mi oficina comencé a especular sobre ¿Cuál era la razón por la que MONTESINOS había solicitado su reincorporación como “colaborador” del SIE? y se me presentaron dos alternativas, que no eran excluyentes entre si:

Que sería su defensa en caso de ser descubierto en el robo de los documentos clasificados en el más alto nivel de seguridad, pudiendo aducir “que lo hacía para entregarlos al SIE”, y/o
Que lo hacía para retomar al SIE como una de sus fuentes de información, ya que se me había dicho que existían intercambios de documentos en la época del Crl. KOESTER, inclusive ESTRICTAMENTE SECRETA.

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La situación adquiría mayor connotación cuando se descubría que en este grave asunto estaban complicados quienes habían comandado el mismo SIE, como el caso del Crl. EDGAR KOESTER, el Coronel EDWIN DIAZ, quien tuvo conocimiento de los hechos y no hizo nada por denunciarlos, el Gral. FERNANDEZ MALDONADO, quien inclusive trató de disuadirme para que dejara en nada las investigaciones, el Gral. MERCADO JARRIN, a quien, con abuso de confianza, le había sustraído los documentos originales que él debía haber asegurado, el Gral. GALLEGOS VENEROS, por igual motivo que el anterior; el Cap. LUNA VICTORIA, primo del sacerdote de igual apellido, que fue el principal enlace entre el SIE y el Cap. MONTESINOS; el Gral. JUAN SANCHEZ, quien como Director de Inteligencia, autorizó la contratación, y otras mucho más personalidades.
Cada comprobación de hechos y descubrimientos de nuevos, me volvía frenético: SE HABIA TRAICIONADO A MI PATRIA , EL PERU, y eso no lo podía permitir, más aun, cuando los traidores vestían el uniforme de soldados del Ejército Peruano.
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La situación nacional se agravaba y los múltiples problemas de trabajo en el SIE, en la ORGA, en el CM3, en la seguridad a FERNANDEZ MALDONADO, sumadas a las entrevistas con el digno Almirante ARCE LARCO, para dar con las actividades de la CIA en el Perú, me impulsaron a dedicar mucho más empeño a esos asuntos, encargando el seguimiento de las informaciones sobre VLADIMIRO MONTESINOS al Mayor MANUEL PEYRANO y al Cap. LUNA VICTORIA, en el SIE , y al Mayor RAFAEL CORDOVA, en la ORGA. Así me fui enterando de las andanzas de MONTESINOS por diversos grupos de “izquierda”, particularmente a los vinculados con los medios de comunicación, asistiendo a reuniones íntimas entre ellos, en los que figuraba RAFAEL RONCAGLIOLO, Presidente de la Federación de Periodistas del Perú, sus primos hermanos GUSTAVO ESPINOZA y HERRERA MONTESINOS, del Partido Comunista de DEL PRADO, el Mayor VICTOR VILLANUEVA, grupos de capitanes que lideraba el Cap. FERNANDEZ SERVAT, etc., quienes ni por asomo sospechaban de las andanzas de este vendedor de informaciones, tomándolo más bien como un izquierdista. Esta situación particular de apariencia sumado a sus enlaces con los generales, lo tornaban en personaje de suma importancia...
Hasta allí era claro que por el manipuleo de las informaciones del más alto nivel de seguridad, se había convertido en un TRAIDOR A LA PATRIA, haciendo el papel de vendedor de esas informaciones (no agente de la CIA como se ha querido presentar). A parte de ello hacia chantaje con la tenencia de informaciones, terminando por vincular en sus actividades a los servicios de inteligencia.

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Dentro de las razones de patriotismo, honestidad y dignidad, que motivó el intento de golpe de estado contra MORALES BERMUDEZ por el CM3 y la ORGA, figuraba el poner coto a esta situación aberrante de mantener en silencio un delito mayor de TRAICION A LA PATRIA, para salvar el falso prestigio del Ejército y de sus principales mandos.
Al poroducirse en fracaso del 20 de julio de 1976 y estando yo detenido, el Capitán MONTESINOS fue requerido por los Servicios de Inteligencia, particularmente el Nacional al mando del Gral. SCHROT, para que investigara sobre las organizaciones de mi responsabilidad.
El 20 de setiembre de 1976, la Agencia de Noticias LATIN AMERICA, bajo el título “LA HISTORIA DESDE ADENTRO, informó internacionalmente lo siguiente:
“LIMA.- Existe cada vez mayores sospechas de que el estado de emergencia y toque de queda en Lima, que ya lleva más de tres meses, sirven un mayor propósito a las fuerzas de seguridad: tender las bases para un aparato mucho más represivo. Estos temores se empezaron a cristalizar en agosto, mediante la circulación clandestina de un documento escrito a máquina que se alega proviene de las fuerzas armadas. La autenticidad de este documento, identificado como plan SCHROT-MONTESINOS es imposible de verificar, pero su contenido es bien específico. Da los detalles de un supuesto plan de represión diseñado por el Jefe del SERVICIO DE INTELIGENCIA NACIONAL (SIN), Gral. JUAN SHROT CARLIN, ayudado e inducido por cierto capitán VLADIMIRO MONTESINOS TORRES, actual secretario del primer comité de asesoría del Gral. GMO. ARBULU GAGLLIANI.”
“De acuerdo con este documento, una serie de recientes eventos, aparentemente diferentes, fueron formando parte de un plan general para acabar con el poder de las gentes y trabajadores organizados en sindicatos, partidos políticos, revistas progresistas, así como jóvenes oficiales patriotas, y de los sectores progresistas de la Iglesia. Estos sucesos incluyeron el arresto de los líderes máximos de Centromín, la deportación de HUGO BLANCO, el exilio forzoso del periodista RAFAEL RONCAGLIOLO, arresto de un grupo de oficiales del ejército de mediana graduación y la ocupación militar de la UNI y SAN MARCOS. El documento también se refiere a raids de las iglesias de barriadas de Lima con el pretexto de buscar armas y una política general de intimidación y terrorismo sobre la población.”
“El nombre del Cap. MONTESINOS también aparece en la carta escrita por el Mayor JOSE FERNANDEZ SALVATTECI y sus compañeros oficiales mientras estuvieron detenidos bajo el cargo de subversión (Ver Vol. X No. 34). Ellos acusaban ante sus superiores de ser agente de la CIA y traicionar a sus compañeros oficiales. También se les hiciera una corte marcial para poder presentar su caso.”
Esta solicitud fue denegada y en su lugar fueron llevados ante el jefe de Estado Mayor, Gral. PEDRO RICHTER PRADA, quien intentó contrarrestar la actitud agresiva tratándolos de un modo paternalista, indicándoles que su conducta sería de mal ejemplo a oficiales. Este tratamiento falló completamente con FERNANDEZ SALVATTECI, quien reprochó que el mal ejemplo venía de los oficiales superiores por flagrante corrupción. El resultado fue que el Mayor FERNANDEZ SALVATTECI, los capitanes HECTOR PORTELLA... y el Tte. DENIS ARIAS fueron dados de baja al día siguiente bajo la ofensa técnica de insubordinación (faltamiento de palabra al superior). Esto sirvió para sacar de en medio a los oficiales que causaban problemas y a la vez evitar llevarlos a una corte marcial que les habría permitido estar en la plataforma pública y manifestar sus puntos de vista.”
“...el plan fue traicionado y entregado por el Cap. MONTESINOS TORRES, cuyas actividades en distintos niveles de la administración, conllevan a sospechar de que ha sido apoyado por personajes muy poderosos verdaderamente. Cuanto de esto es cierto y cuanto el resultado del deseo de justificar la caza de brujas dentro del Ejército, nadie lo sabe.”

Las informaciones dadas por esa Agencia de Noticias estaban muy cerca de la verdad absoluta.
Lo cierto es que al encontrarme detenido y totalmente incomunicado por el Servicio de Inteligencia Nacional en las dependencias del Ejército y con el propósito de evitar la infiltración del MONTESINOS TORRES dentro de la organización militar que comandaba (el CM3), durante los interrogatorios a los que fui conducido toqué reiteradamente el caso de TRAICION A LA PATRIA, ejecutado por MONTESINOS TORRES. Esto tuvo repercusiones inesperadas, pues por una parte dejó de interrogárseme y el mismo Crl. YEPES se obstinó en seguir desconociendo este tema de vital importancia para la seguridad del país. Pero mi propósito se pudo cubrir: neutralizar las actividades de MONTESINOS, y, más aun, engendrar en él un temor por las medidas que el CM3 pudiera tomare contra él.
Por otra parte el Comando del Ejército se vio precisado a tratar de desprenderse del Cap. MONTESINOS, particularmente de la Oficina del Primer Ministro, optando por destacarlo a un Grupo de Artillería de Tumbes, de donde inmediatamente desertó para, falsificando documentos, viajar a Washington, donde permaneció hasta que fue detectado por el Gral. MIGUEL DE LA FLOR VALLE, Representante del Perú ante el Instituto Interamericano de Defensa, y por el Gral. ATILIO LOPEZ AMERI, quienes comunicaron del hecho a la Comandancia General del Ejército, quien ordenó el regreso inmediato del Cap. MONTESINOS al Perú.
Aquí, en nuestro país, ni siquiera había preocupado la desaparición o deserción del mencionado capitán.
Al retornar al país es inmediatamente detenido y al revisar sus pertenencias encontraron en la caja fuerte de su domicilio abundante documentación que ‘comprometen la seguridad nacional y de la Institución tales como: Resúmenes de Inteligencia, Hojas de Recomendación, Santo y Seña, ejemplares de la OGE” así como “Lista de las Unidades de Tacna, Moquegua y Arica”. Ni profesionalmente, ni por asuntos de puesto tenía porque estar en manos del Cap. MONTESINOS tal documentación y su sola tenencia ya lo involucraba dentro de lo prescrito en el Código de Justicia Militar, como delito de TRAICION A LA PATRIA.
No obstante el Consejo Supremo de Justicia Militar, a pesar de la opinión del Auditor, para que se le aperturara juicio por TRAICION A LA PATRIA, solo lo inculpo y condenó por los delitos graves, pero en este caso menores, de “falsedad y desobediencia”, cumpliendo su condena, hasta febrero de 1978. En esta prisión trabó amistad con el Tte. Crl. JORGE WITEMBURY REBAZA, quien había sido arrestado el 26 de agosto de 1976 en el interior de un departamento de un conocido y gran narcotraficante ALFONSO RIVERA LORENTE, habiendo sido procesado y condenado a tres años de prisión por el delito de “contrabando de relojes”, cumpliendo carcelería en el Sexto y, parte, en el Batallón de la Policía Militar 501.
En base a la penetración efectuada en el departamento donde fue encontrado y detenido el Tte. Crl. WITWMBURY, la Policía de Investigaciones pudo localizar y allanar diversos lugares donde se encontraron enormes depósitos de droga.
Es en la prisión militar donde ambos personajes, MONTESINOS y WITEMBURY, inician una amistad y “sociedad” que se mantiene por largos años.

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En Febrero de 1978 MONTESINOS sale en libertad después de casi dos años de reclusión por condena del fuero privativo militar y es ayudado por su primo hermano SERGIO CARDENAL MONTESINOS, quien le da trabajo en su oficina de abogado y lo insta a continuar su carrera de Derecho, la que intermitentemente había comenzado a seguir antes de caer preso y ser condenado por su Institución.
En Abril de ese mismo año se habría reinscrito en la Universidad Mayor de San Marcos para continuar sus estudios.
Al respecto, muchos años después, llego a mis manos un MEMORANDUM conteniendo los siguiente:

M E M O R A N D U M

SOBRE : TITULO FALSO DE VLADIMIRO MONTESINOS TORRES
FECHA : Octubre de 1986
Att.- Sres. Zileri y Gorriti
=============================================
El Cap. EP ® VLADIMIRO MONTESINOS TORRES egresó de la cárcel militar en Febrero de 1978, después de casi 2 años de reclusión por condena del fuero privativo.
Sin embargo y de modo extraordinario y que según los entendidos resulta imposible, el 25 de agosto de 1978 se incorporó al C.A.L. (Colegio de Abogados de Lima) con el título académico de Abogado otorgado por la U.N. M.S.M. fechado el 24 de Julio de 1978 e inscrito en la Corte Superior de Lima el 15 de Agosto de 1978.
La primera indagación efectuada en el Registro Central de la Universidad (Edif. Kenedy) arroja el siguiente resultado: no se encuentra el libro No. 24 y nadie sabe donde está o porque no aparece. Esta misteriosa falta del libro del Registro Central confirma que ese título fue obtenido de modo irregular y que para evitar el cotejo se ha hecho desaparecer. (Existe antecedentes sobre falsedad de títulos).
En la facultad de Derecho se debería encontrar el legajo correspondiente a este título de Abogado y los antecedentes que lo sustentan tales como Tesis de Bachillerato, Grado académico de Abogado con indicación de fecha, jurado y expedientes materia de grado y calificativo.
Bastaría comprobar la inexistencia de tales registros y legajos en la referida FACULTAD para sin necesidad de mayor diligencia sostener que el título de Abogado que ostenta el ex-Capitán en tan falso como su pretendida actitud de “agraviado”.
Desde luego la falsedad de ese título acarrea que todas las acciones y recursos que este falsario haya o pueda ejercitar como letrado sean nulas e irritas, resultando así insubsistentes todos los procesos que hubiera promovido o patrocinado.
Las personas encargadas de los archivos académicos de la Facultad de Derecho de la U.N.M.S.M. son las Srta. Martha Campos y Mercedes Pareja y la Dra. Rocío RONDINEL.

La recepción de este documento originó una investigación de mi parte, logrado precisar la exactitud de las fechas, no pudiendo comprender, matemáticamente, como un reinscrito en Abril de 1978, por que le faltara algunas materias para acabar con su discontinuada carrera, pudiera recibirse de abogado tres meses después y estar colegiado un mes después de este último hecho. Más allá me fue imposible llegar a las fuentes mismas, por lo que mantengo una duda muy razonable sobre el título de Abogado del Cap. MONTESINOS TORRES.

Este documento salió a la luz cuando el Cap. MONTESINOS emprendió una serie de actividades contra su primo hermano, el Dr. SERGIO CARDENAL MONTESINOS, a quien terminó por arrojar de su oficina, llevarse a su esposa, la ciudadana norteamericana GRACE, funcionaria de la poderosa Agencia de la N.B.C., terminando por denunciarlo e iniciar una verdadera campaña de terror sobre CARDENAL.
Hasta ese momento los casos que tomaba a su cargo eran muy especiales: miembros de las Fuerzas Armadas y Policiales dados de baja en conflicto con sus Instituciones, como el del Crl. PAULINO MANCO contra el Gral. RUIZ FIGUEROA.

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En 1983, siendo Comandante General del Ejército el Gral. Div. ARNALDO BRICEÑO, se dio una competencia de postores para la compra de fusiles automáticos ligeros (FAL) para el Ejército, entablándose una lucha sin cuartel entre mafias, entre las que destacaban más nítidamente las que pugnaban por importarlos desde la Argentina, otros del Brasil y aquellos que en Panamá de Noriega habían montado una oficina para traerlos de Bélgica.
Al, parecer, esta competencia “patriótica” se daba por dotar al Ejército de los mejores FAL del mundo y la lucha era a muerte.
En medio de ello, yo estaba alarmado, pues dejando la posibilidad de negociados, esto demostraba una seria limitación intelectual de los militares de la época, pues era absurdo dotar a todos los Teatros de Operaciones de FAL. Mi experiencia en las guerrillas de Nicaragua me enseñaba que las carabinas eran más efectivas que el FAL en las operaciones de selva baja o alta, por no existir amplios campos de tiro, ser más livianas, su munición menos pesada, menor su longitud, lo que facilitaba el desplazamiento por la melaza.
Y mi alarma, a parte del lado moral, era el de comprobar la incapacidad profesional demostrada, pues yo estaba convencido de que podía ganar una guerra con ignorantes que aprenden y, de ninguna manera con “ignorantes profesionales”, a los que debía de agregar sus rasgos mafiosos. La Patria, mi Patria, pues, corría grave peligro, por lo que denuncié el hecho técnica y profesionalmente.
Pero la encarnizada lucha de los negociantes de armas continuaban sus acciones. El grupo de “brasileros” fue fácilmente dejado fuera de juego, limitándose la lucha entre los “gauchos” y los “panameños”.
En el grupo de los “panameños” figuraban un Tte. Crl. y un Capitán, quienes habían sido dados de baja después de ser condenados a cumplir condenas de prisión dictadas por la Justicia Militar. Y a ellos había que sacarlos de la competencia.
El 17 de julio de 1983, estalló una bomba bajo el automóvil del Tte. Crl. ® JORGE WITEMBURY REBAZA y al Cap. ® VLADIMIRO MONTESINOS TORRES le aperturaron un juicio de Traición a la Patria, en la modalidad de tráfico de documentación de la más alta calificación sobre la Defensa Nacional y cuyo conocimiento por terceras personas ponía en peligro la seguridad del país.
Para esta última operación el Departamento Sicosocial del Ejército aprovechó los estrechos lazos que mantenía con los medios de comunicación, escogiendo a la Revista CARETAS para “escandalizar” el asunto del Cap. MONTESINOS, mostrándole a los máximos responsables de ese semanario y en especial a GORRITTI, las pruebas irrefutables del delito cometido por el capitán, incluyendo los informes del Gral. DE LA FLOR VALLE que, como representante del Perú en el Instituto Interamericano de Defensa, dio aviso al Comando del Ejército sobre las actividades del Cap. MONTESINOS en Washington, a donde había viajado clandestinamente, sin conocimiento de sus superiores y fraguando documentación, para mantener conversaciones con generales del Pentágono y miembros de la CIA, con los que había contactado por medio de sus actividades de vendedor de informaciones.
CARETAS, constatando la gravedad de los cargos y de que se trataba de un asunto de la mayor trascendencia, publicó los hechos, con fotografías en portada, dedicándole páginas preferenciales en tres números consecutivos, incluyendo una entrevista que se me hizo al respecto, por ser la única persona que había denunciado persistentemente al Capitán.
Valiéndose de lo publicado en CARETAS, el Comando del Ejército ordenó la apertura de Juicio por Traición a la Patria al Cap. MONTESINOS TORRES, quien huyó al Ecuador y realizó continuos viajes en los que jugó rol fundamental la ciudadana norteamericana GRACE, que había sido esposa de su primo hermano CARDENAL, a quien ya había abandonado para seguirlo a él.
Mientras tanto, ya sin rivales de competencia, ganaron el negociado de compra de FAL los “gauchos”, dándose fin, en este aspecto, al problema. El mayor perjudicado era el Perú que se hacía de unos fusiles de la peor calidad, representando serio peligro para quienes lo utilizaran.
Pero como el Juicio estaba aperturado y constituyéndome en el más calificado testigo, la Justicia Militar me citó a declarar como testigo, reiterando mis versiones y solicitando que se incluyera entre los declarantes, entre otros, a:
* El Gral. Div. EDGARDO MERCADO JARRIN, de quien tomó documentación estricatamente secreta que, en 1973-74, tenía en su poder como Primer Ministro, Ministro de Guerra, Comandante General del Ejército y Presidente de la Junta de Gobierno, abusando de su confianza y convirtiéndolo en su cómplice al silenciar los hechos.
* El Gral. Div. FERNANDEZ MALDONADO SOLARI, quien tenía pleno conocimiento de los hechos y aun así lo mantuvo en su puesto de Asesor personal, protegiéndolo.
* El Gral. Brig. EDWIN DIAZ , Jefe del Servicio de Inteligencia en 1976, quien estuvo al corriente de los hechos descritos anteriormente.
* El Gral. Brig. ARTURO VALDEZ PALACIOS, ante quien denuncié las actividades de MONTESINOS en junio de 1976.
* El Crl. EDGAR KOSTER, Jefe del Servicio de Inteligencia del Ejército en 1975, cuando se reclutó como COLABORADOR al Cap. MONTESINOS.
* Al Cap. LUNA VICTORIA, quien fue el enlace con MONTESINOS, en representación del SIE.
* Al Gral. ENRIQUE GALLEGOS VENERO, de quien había sido su asesor cuando se desempeñaba como Ministro de Agricultura y que, según testimonios de EFRAIN RUIZ CARO y ENRIQUETA ROTALDE, tenía conocimiento de las actividades de MONTESINOS.
* El Gral. Div. JUAN SANCHEZ, ex Director de Inteligencia, quien autorizó el reclutamiento como “colaborador”.
Así nombré algunos más, de los cuales la Justicia Militar solo llamó al Gral. GALLEGOS, quien colmó de elogios al Capitán. Un Coronel, al que se citó “equivocadamente” al “confundir su nombre” con otro y, que , por consiguiente, dijo no haber estado en el puesto que se le indicaba ni saber nada del asunto. El Cap. LUNA VICTORIA, QUIEN MANIFESTÓ NO SABER NADA Y el Gral. EDWIN DIAZ, QUIEN TAMBIEN SUFRIÓ AMNESIA PARCIAL EN ESTE ASUNTO.
Dentro de la lista de civiles, EFRAIN RUIZ CARO y la Sra. ENRIQUETA ROTALDE, quienes me refirieron con lujo de detalles las actividades de MONTESINOS, como deben haberlo hecho ante otras personas, también sufrieron ataques amnésicos.
Otros testigos, a quienes jamás había visto no oído nombrar en mi vida, fueron llamados como testigos a favor del MONTESINOS y en contra de mi persona. Si mal no recuerdo en esa lista figuraba el Crl. PAULINO y hasta el portero del edificio de la oficina del abogado MONTESINOS, quienes nada tenían que ver en este asunto de tanta gravedad para el PERU.
Poco a poco el juicio sufría una metamorfosis, donde el presunto culpable ya no era MONTESINOS, sino yo, hasta que salió la sentencia en la que, sin declararlo inocente, se ordenaba el archivo del proceso, dictaminando “sobre-seguimiento”, que equivale a decir que no se han hallado pruebas irrefutables de la comisión del delito, por lo tanto, de acuerdo a la Constitución de la República, debe ser considerado como inocente.
El Gral. Div. ARNALDO BRICEÑO, quien había ordenado el juicio, luego de la compra de las armas a la Argentina, habría ordenado el archivo del mismo, para lo que se prestó el Crl. de Infantería JAIME MONTESINOS, quien presidía la Sala que investigaba el caso. Pero el Gral. BRICEÑO no se contentó con ello, sino que siguió una nueva escalada contra mi persona, incluyendo en ella el no pago de una ínfima pensión que se me había asignado por mis años de servicio, por lo que lo enjuicié ante del Consejo Supremo de Justicia Militar que, con las pruebas irrefutables en las manos, no tuvo más remedio que ordenar la apertura de juicio por abuso de autoridad. Cuestión que hoy no he podido hacer respecto al Gral HERMOZA RIOS, a quien le he aperturado dos juicios, por abuso de autoridad y por Traición a la Patria, por los acontecimientos de la Cordillera del Cóndor, y duermen, desde hace muchos meses, en la Oficina de la Secretaría del Consejo Supremo de Justicia Militar.
EFRAIN CARO me dijo, posteriormente, que lo habían citado, pero que estaba extrañado porque no le habían hecho ninguna pregunta sobre MONTESINOS, sino solamente por su “generales de ley”: sin sospechar que yo ya había leído el expediente.
La Sra. ENRIQUETA ROTALDE, espantada, declaraba que “como era posible que Pepe (yo) los hubiera puesto en esos aprietos tan peligrosos para sus vidas”.
El Cap. LUNA VICTORIA me manifestó que el Crl. MANUEL PEYRANO había reunido al personal que trabajó en el SIE conmigo, y en especial en este caso, “haciéndoles comprender que deberían declarar no conocer nada al respecto, por el bien de la Institución y tranquilidad personal de cada uno de ellos” y que “como esa era una orden del Crl. PEYRANO yo tuve que declarar en esa forma”.
Más tarde tuve que soportar juicios por difamación y calumnia por las manifestaciones que había hecho ante la Justicia Militar y todo ello en el V Juzgado del Callao, a quien no le correspondía legalmente, ya que ni yo vivía en ese lugar ni había declarado en esa Provincia Constitucional. El Recurso de Habeas Corpus impuesto para que el caso fuera ventilado en Lima, fue desestimado, quedando como prófugo de la justicia desde 1983, donde ya se me había sentenciado antes de iniciar los juicios, por el poder que tenía ya MONTESINOS en el Poder Judicial.

Nota curiosa: Cuando quise aperturar juicio contra el Procurador General de la República en los asuntos del Ministerio de Defensa, por sus calumniosas declaraciones en la Corte Suprema contra mi persona, con el recurso presentado el día anterior al que se intentara asesinar a mi abogado, el Dr. AUGUSTO ZUÑIGA PAZ, el Poder Judicial opinó que las manifestaciones en juicios ante Magistrados, los perjudicados ni podían recurrir a reclamos o juicios, pudiendo solo hacerlos a los Magistrados, si lo estimaran conveniente.
Pero cuando se trata de mí persona, por mis manifestaciones solicitadas por los tribunales, si se podía aperturar juicios los que se sintieran perjudicado por ellas, más aun cuando en el resultado del juicio a MONTESINOS no se le había declarado expresamente inocente, sino que había falta de mayores pruebas.
Pero así es la ley: La Ley de los poderosos.
Una vez vuelto al Perú MONTESINOS, se dedicó a sus quehaceres habituales, entre los que figuraba la defensa de narcotraficantes y, de manera especial, la del “Padrino:”, en un juicio que duró hasta 1989. También intervino para salvar de responsabilidad al Gral. Brig. JOSE DUEÑAS por la matanza de Cayara, utilizando la figura y el puesto del Fiscal de la Nación, Dr. HUGO DENEGRI.

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Segunda Parte aqui.

Mas informacion sobre el Mayor Fernandez Salvatecci


Tomado de Militares en el Peru: De libertadores a Genocidas.

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